Historia de los primeros años de Siuna1
Juan Francisco Perera Lumbí2
Carlos Guillen Torrentes3
Francois Cypriani4
Los antiguos habitantes de Siuna fueron los Sumus, quienes se encontraban principalmente a orillas de los ríos de la zona, teniendo como principal fuente de vida la caza y la pesca, complementando con frutas, p1atano o banano y posib1emente otros cultivos como la yuca. Según anécdotas de antepasados, en lo que hoy es Siuna, vivía una suma muy bella de nombre Siu, quien por su belleza a todos llamaba la atención, al morir dicha suma y en memoria de ella se le llamó al lugar Siuna. En otra anécdota se cuenta que el nombre de Siuna se debe a que en el siglo pasado el área fue habitada no densamente por Siunas, pobladores sumos, que llevaban este nombre en recuerdo de un audaz guerrero, que se arriesgaba ¬solo a cazar chanchos de monte en la deshabitada e inexplorable selva; pero independientemente cual sea el origen del nombre, la verdad es que nació del pueblo sumu, antiguos habitantes de la zona, cuya influencia es predominante en la toponimia de la zona.
En Zelaya se ha extraído oro desde mediados de 1880, unos 40 años después de que la producción de este comenzara en la región del Pacífico. En el ¬inicio las actividades mineras fueron desarrolladas fundamentalmente por buscadores de oro que trabajaban individualmente o en pequeños grupos, pero pronto, la producci6n en gran escala fue dominada por unas cuantas compañías extranjeras que operaron hasta que las minas fueron nacionalizadas en 1979. A continuación trataremos de delinear brevemente la historia de la extracción de oro en la zona de Siuna y su influencia en el desarrollo de la misma:
La relativa inaccesibilidad de la región del litoral Atlántico fue probablemente el principal factor que hizo que la existencia en ella de grandes cantidades de oro se desconociera hasta casi medio siglo después que la industria minera había empezado en la regi6n del Pacífico de Nicaragua. La zona de yacimientos auríferos en Zelaya fue primero conocida y explotada por sus maderas preciosas y por el hule. Dicha actividad era dirigida por aventureros caza fortuna, entre los que se destacaban los españoles. Para penetrar en la zona, acarrear alimentos y sacar el producto explotado (maderas y hule) utilizaban el río Prinzapolka, trepando hasta Wany. Esta actividad constante en el río vino a desplazar a los sumus mas hacia arriba y zonas laterales donde la actividad no penetraba todavía. Otra de las vías de acceso a Siuna fue a través de las montañas que unen la zona con Matagalpa, la que posteriormente fue bautizada: “La Picada de Matagalpa”, y fue utilizada por los migrantes que llegaban de Matagalpa, Estelí y otros lugares de la zona central y Pacífico de Nicaragua.
Fue un hulero español quien encontró oro en esta Región, aproximadamente en 1889. Después de algunos años, cientos de explotadores se volcaron al’ área muchos de ellos, conocidos como “güiriseros”, fueron explotadores de oro en pequeña escala, que separaban el metal de gamella en ríos y riachuelos.
No mucho tiempo después, compañías extranjeras reclamaron derecho formal de explotación.
Una de las primeras compañías fue la organizada por José María Aramburu, español recolector de hule residente en Bluefields. En 1896 Aramburu fundo la compañía minera “La Luz y los Ángeles” con otros asociados para iniciar la extracción en un yacimiento mineral contiguo a la pequeña comunidad d Siuna. Al año siguiente de que su compañía comenzara a operar, trajo a colonia a las primeras autoridades civiles, estableciéndose de esta manera fuertes lazos entre la compañía minera y las autoridades locales, relación que se mantuvo así por muchos años.
Entre 1892 y 1900 fueron presentadas 67 solicitudes de exploración y 10 planteles se inscribieron en el Registro Público de Puerto Cabezas, la mitad los cuales estaba a nombre de extranjeros, principalmente norteamericanos y canadienses. Al parecer, algunos de estos llegaron de California, sede de una mas temprana fiebre del oro, trayendo consigo aparatos para la separación del oro y técnicas que aun hoy son usadas por los guiriseros.
A principio del siglo las compañías extranjeras controlaban la actividad minera de la región; las operaciones en la mina de Siuna fueron iniciadas con una planta que procesaba unas 22 toneladas de mineral al día. Cuando la compañía fue vendida a unos norteamericanos (Thomas Riter y otros de Pittsburg, Pensilvania) en 1905, había 3 plantas en funcionamiento. Riter y sus asociados no unieron formalmente sus compañías hasta 1916, pero explotaron las minas en forma continua desde 1905 hasta 1928. Para 1916, la ¬planta se había ampliado tanto que se podía procesar diariamente de 200 a 250 toneladas de mineral y producía de 1200 a 1500 onzas de oro al mes. Las operaciones en Siuna, eran mas ventajosas en términos comerciales que en las minas de Bonanza. La rentabilidad de las minas se afianzaba en gran medida en la existencia de mano de obra barata y en la moderación de los impuestos gubernamentales sobre las operaciones mineras.
Para la introducción de las maquinarias y equipos, así como personas se utilizaron buques de vapor y botes de remos de los indios misquitos utilizando el río Prinzapolka, y uno de sus afluentes hasta una pequeña comunidad llamada Amparo y mas tarde a Wany, de donde era trasladada por bue yes o tractores hasta Siuna. En 1936, este complica-do método de transporte fue prácticamente abandonado cuando la compañía La Luz Ltda. construyó dos aeropuertos en Siuna y Alamikamba, y un puerto fluvial en el Río Prinzapolka. La empresa Aérea LACSA fue contratada para transportar a Siuna las mercancías que eran llevadas hasta Alamikamba en botes. Por este mismo tiempo, la Neptune Gold Mining Company de Bonanza empezó también a usar el transporte aéreo utilizando principalmente Puerto Cabezas en vez de Alamikamba.
Las operaciones de 1as compañías extranjeras mineras llegaron a un completo estancamiento al pasar a constituir los puntos focales de las actividades de Sandino en la región litoral del Atlántico. En abril de 1928 un general de Sandino, Manuel María Jirón Ruano, se tomó la mina de Siuna e hizo estallar la planta procesadora. Unos días mas tarde se apodero de las minas de Bonanza. Sandino mismo llego a la región minera afines de abril y públicamente aprobó el saqueo de las propiedades norteamericanas y el arresto de tres empleados norteamericanos de la compañía. A la llegada de los marines yanquis a la zona, las tropas de Sandino se habían retirado, pero los marines se quedaron por un tiempo a fin de resguardar las minas y evitar que los nativos extrajeran oro de ellas, función que después de 1934 asumió la Guardia Nacional.
Mientras las minas de La Luz pararon de producir en 1928, 1as de Bonanza continuaron hasta 1931. En marzo de ese año un general de Sandino, Pedro Blandón, hizo estallar The Neptune Mines, en tanto Pedro Altamirano ataco otras minas en Bonanza en Mayo de 1931 y mayo de 1932. La decisión de Sandino de poner fin a sus actividades guerrilleras y su posterior asesinato en 1934, con-tribuyeron a restablecer el clima favorable para el retorno de las compañías norteamericanas.
Tan importante como la nueva situación política en el país fue la tendencia al incremento de los precios mundiales del oro, ocurrida cuando Gran Bretaña abandono el patrón oro en 1931. En efecto, el periodo posterior a 1934 represento el inicio de una nueva fase, mas intensiva en capital, en la minería de la región. Hacia 1936, Ventures Limited había formado una nueva compañía llamada La Luz Mines Limited y habla iniciado sus labores de explotación bajo un contrato de 30 años en extremo favorable firmado con el Gobierno de Nicaragua. Según dicho convenio, se garantizaba a la compa- Historia de los primeros años de Siuna
las exportaciones de oro sin restricción alguna y sin in crementos impositivos por un período de 30 años.
A la par de las actividades mineras y como consecuencia de la misma, muchos inmigrantes se dedicaban a la agricultura, sembrando principalmente granos básicos, plátano, yuca e iniciaron también la ganadería de carácter familiar.
La intensificación de las actividades mineras significo la expansión de la demanda de mano de obra y el inicio del sistema de tres turnos rotativos durante las 24 horas del día. Hacia 1940, en Siuna habían empleado a 1224 personas. La mayoría de los trabajadores eran del Litoral Atlántico, de los dos pueblos mas grandes de la Costa: Puerto Cabezas y Bluefields y de las comunidades miskitas de la costa y los ríos. El crecimiento de la mine-ría también coincidió con el fin del “Boom” de la Campania bananera en Waspam-Puerto Cabezas: las compañías mineras absorbieron un buen número de trabajadores que habían sido empleados en las plantaciones de banano y en los ferrocarriles. En consecuencia del auge minero se construye una presa hidroeléctrica en El Salto, lugar ubicado a aproximadamente 33 kilómetros al noroeste del poblado de Siuna. Esta nueva instalación proveía energía tanto a Siuna como a Rosita.
La consolidación de las propiedades mineras se acentuó aun mas en 1949 cuando la Ventures Limited adquirió las minas de Rosita, convirtiendo a estas en subsidiarias de La Luz Mines Limited en 1954. Aunque en el mineral de Rosita había oro, este nunca se había explotado comercialmente porque la excesiva presencia de cobre hacia que el proceso de extracción del oro fuese muy complicado y a la vez demasiado costoso. Sin embargo, en los años 50 de este siglo, los precios del cobre fueron lo suficientemente elevado como para hacer rentable la construcción de una planta de concentración del cobre e iniciar la construcción de vías de acceso terrestre a nivel interno. La Neptune hizo lo mismo cuando decidió dedicarse a la producción de zinc a fines de los años 60.
A diferencia del pequeño numero de lingotes de oro, que pueden ser fácilmente transportados mensualmente por aire, el cobre parcialmente refinado y los concentrados de zinc representaron un gran volumen de carga que requería un sistema de transporte mas barato que el aéreo. Una carretera que une Rosita, Siuna y el puerto fluvial de Alamikamba y mas tarde Limbaica fue terminada en 1957. Las facilidades portuarias en Puerto Isabel para la exportación del cobre fueron finalizadas en 1959. A fines de los años 60, Bonanza fue conectada a la red ya existente de carreteras. Las modificaciones efectuadas por las compañías en las rutas de transporte, provocaron el surgimiento y ocaso de varias comunidades situadas a lo largo de estas rutas. Por ejemplo, cuando la compañía la Luz Ltda. cambia el sistema de transporte fluvial y por medio de bueyes por el transporte aéreo en los años 30, los pueblos a lo largo de la antigua ruta, incluyen-do Wany y Amparo, se encontraron de pronto sin fuentes de empleo y de ingresos.
Ya para 1962 los registros de la iglesia Católica indicaban que la población se encontraba distribuida casi equitativamente entre el campo y el núcleo urbano, existiendo un 42% de la población en la zona urbana de Siuna-La Luz y un 58% en el campo. Esto nos indica que el crecimiento del campo y del pueblo venia dándose a la par, teniendo si como diferencia que la población dedicada al campo era en forma predominante mestiza, originaria del “Pacífico y zona central del país; mientras que en el núcleo urbano, se encontraban principalmente misquitos y criollos.
La Mina de Siuna funcionó sin interrupción hasta agosto de 1968, cuando las lluvias torrenciales destruyeron la presa que las proveía de energía hidroeléctrica. Dado los precios del oro en aquel momento, la compañía estimo que no valía la pena reconstruir la presa y seguir operando en Siuna. La mina de Rosita siguió funcionando con energía diesel. El cierre de la mina de Siuna ‘ provocó el des-pido de más de 1000 trabajadores. Algunos fueron contratados por la Mina de Rosita y unos cuantos se emplearon en el mantenimiento y construcción de carreteras. La mayoría quizás el 70 u 80% tuvo que buscar trabajo en otro lugar. Parte de ellos se incorporaron a la agricultura en las aéreas aledañas. Otros muchos emigraron a los centros urbanos del Pacífico o de la Costa Atlántica, y otros regresaron a sus comunidades al interior del Departamento de Zelaya.
La paralización de la mina incentivo pues la producción agropecuaria en la zona. Asimismo, puso en evidencia la alta dependencia de la zona hacia la compañía, y la poca diversificación de las actividades. En 1978, la mina reinicia sus actividades, pero de una forma menos intensiva y sacando la energía de plantas diesel. Mientras la compañía estuvo en plena actividad, el comisariato fue el ¬principal centro comercial’ en Siuna. Las mercancías se importaban de los Estados Unidos O procedían de Managua. Hasta fines de los años 60, las compañías mineras gozaban de exenciones especiales de impuestos que les permita traer de los Estados Unidos ilimitadas cantidades de mercancías. El comisariato estaba abierto también para los que no trabajaban en la mina, pero solo los trabajadores de la compañía tenían derecho de comprar a crédito una vez por semana. A diferencia de la compañía, los comerciantes chinos daban crédito a todos y en cualquier día. Lo anterior ayuda a explicar porque estos comercios, a pesar de vender mucho más caro, continuaron prosperando a la par del comisariato.
La afluencia de campesinos de Matagalpa, Jinotega y Estelí a las áreas rurales de Siuna, proceso que comenzó a fines de la década de los 50 hizo ¬que la clientela de los comerciantes chinos aumentara. Un comerciante comentaba que cuan-do la mina fue cerrada en 1968 y a pesar del éxodo de cientos de trabajadores, la mayoría de los comerciantes se quedaron, porque consideraron que los campesinos constituían una parte muy importante de su clientela, (y su mayor fuente de ganancia); Siuna era en realidad el Centro Comercial para toda la región agrícola de la parte central norte de la Costa Atlántica. Los comerciantes chinos controlaban el comercio de granos básicos, comprando su cosecha al campesino (a precios fijados por ellos), ya sea en efectivo o mas frecuentemente, a cambio de productos que ellos tenían en venta. Asimismo, la clientela agrícola permitió a esos comerciantes comprar botes y conseguir un casi monopolio (aparte de la compañía) sobre el transporte de mercaderías.
La compañía prestaba los servicios urbanos básicos, tales como agua, luz, vivienda y escuelas. Eso reforzó la dependencia de los trabajadores hacia la presencia de 1a compañía, y fue un importante elemento para disimu1ar los antagonismos de c1ase e impedir 1a toma de conciencia de gran parte de los obreros. Hasta 1979, los habitantes de 1a ciudad prácticamente no tenían ni experiencias ni historia en 1a organización de 1a comunidad 0 de actividades comunales.
1 Tomado del Diagnóstico y propuesta zona de reforma agraria Siuna, Zona Especial I, Zelaya Norte. Midinra, 1985.
2 Máster en Ciencias Forestales, Director de Investigación y Posgrado de URACCAN. Email: frankperera@yahoo.com.
3 Licenciado en Economía, empresario privado.
4 Francés, Licenciado en Sociología.
Copyright © (URACCAN). Todos los derechos reservados.