Prólogo
Interculturalidad como la creación de espacios
Constituye un error bastante común en el ámbito de la educación intercultural bilingüe referirnos a la interculturalidad y a la multiculturalidad como un mismo concepto. Si bien es cierto que ambas palabras conllevan la idea de pluralidad de culturas y relación entre las mismas, desde un punto de vista estrictamente conceptual, ambos significados transcienden esta simple afinidad léxica.
La multiculturalidad se refiere a la coexistencia de dos o más culturas dentro de un territorio especifico y un periodo de tiempo determinado, debido generalmente a factores históricos fuera de la voluntad o intención de los individuos, tales como guerras, asimilaciones. anexiones, migraciones, etc. Estas distintas culturas entran en lucha por la supervivencia, y dan como resultado final una estratificación de las mismas hasta constituir una jerarquía de dominación donde un grupo asume el poder sobre los demás, a la vez que los grupos dominados se supeditan escalonadamente a los de mayor estatus o rango.
La interculturalidad, por otro lado, implica el establecimiento de relaciones dialogísticos entre las distintas etnias y culturas que conforman ese universo multicultural. basadas en el reconocimiento y valoración de la diversidad, el respeto mutuo, el intercambio y la solidaridad. Contrario a la multiculturalidad, la interculturalidad constituye fundamentalmente un acto intencional y volitivo del ser humano donde, a partir de la toma de conciencia de las desigualdades e injusticias sociales, producto a menudo del desarrollo histórico dentro de la diversidad étnica y cultural, los individuos buscan construir una sociedad más justa y democrática. La verdadera esencia de la interculturalidad es, pues. lo creación de espadas para que los distintos pueblos puedan alcanzar su plena realización con igualdad de condiciones y oportunidades.
URACCAN ha sido desde su fundación una institución creadora de espacios y propiciadora de oportunidades para el desarrollo integral e igualitario de los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe Nicaragüense, misión que se ha facilitado a través del trabajo de los distintos institutos de investigación adscritos a la Universidad. El pueblo mayangna, ubicado hasta 1980 en el rango más bajo de la jerarquía etnolingüística, situación planteada por la antropóloga Susan Norwood, muy por debajo de los miskítos, creoles y mestizos, ha sido uno de los mayores beneficiarios de esta gestión.
La revitalización de su lengua. el rescate y promoción de su cultura, son elementos que contribuyen al fortalecimiento de su identidad étnica. La protección, manejo e inventario de los recursos naturales se han materializado en los distintos programas académicos y de investigación que se llevan a cabo.
Esta revista recoge una muestra importante de la marcha hacia la sistematización de la sabiduría y de las formas de vida de un pueblo que se levanta.
Guillermo Mclean
Director IPLIC
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